sábado, 19 de abril de 2014

Paradojas visuales de Escher

Cabe destacar en el campo de las paradojas las visuales, y dentro de éstas, las de Escher. Mauritis Cornelius Escher nació Leeuwarden, Holanda, en el año 1898. Estudio en la Escuela de Arquitectura y Diseño Ornamental de Haarlem. Durante el año 1924 se trasladó a Roma donde permaneció hasta 1934. Más tarde viajará por Suiza y Bélgica hasta que en el año 1941 se instaló definitivamente en Baarn, Holanda, donde moriría en el año 1972. Quizá, su exposición más importante se organizó en el 1954 a la Whyte Gallery de Washington. Actualmente, una colección importante de sus obres pertenece al ingeniero Cornelius van Schaak Roosevelt, nieto del presidente Theodore Roosevelt.




A Escher siempre le obsesionó el conflicto entre la realidad y la forma de plasmarla en el plano. Jugó con la representación en tres dimensiones para generar obras que saltaban por encima de las normas, produciendo efectos tan imposibles como llamativos o llevando al límite las posibilidades que le permitía dicha representación. Algunas de sus obras son:

"Depth" (1955) Escher divide el espacio en cubos de forma que cada pez es la intersección de tres filas de peces, filas que se cortan en ángulo recto en tres ejes diferentes. "Three worlds" (1955). Escher llamó a esta obra "Tres mundos" porque en la imagen logra hacer coincidir la superficie del agua (con las hojas), la profundidad del agua (con el pez) y el exterior (con el reflejo de los árboles




"Print gallery" (1956). En esta obra Escher utiliza una serie de ampliaciones progresivas de forma que el visitante que aparece a la izquierda de la obra está ampliado cuatro veces en relación a los cuadros y a la persona que aparecen abajo a la derecha. Pero el cuadro que aparece arriba a la izquierda está a su vez ampliado cuatro veces en relación al visitante (que sufre en el tamaño de su cabeza la transición hacia esa ampliación...). Y así sucesivamente de forma que la cornisa que aparece bajo la mujer asomada a la ventana estaría ampliada 256 veces en relación a las columnas que (en lo que da grandeza a esta obra) además la sustentan.





"Belvedere" (1958): esta es sin duda una de las obras más clásicas de Escher. En el aparecen dos elementos dignos de mención: por un lado, aparece un plano con el dibujo de un cubo cuyas aristas "críticas" (¿están en primer o en segundo plano?) aparecen marcadas. El hombre sentado en el banco muestra un ejemplo de un cubo imposible (cuyas aristas están "a la vez delante y detrás"). Y como dice Escher, el hombre "contempla reflexivo el objeto imposible sin darse cuenta de que el belvedere a sus espaldas es un ejemplo más de tal objeto imposible". Ciertamente si uno observa las columnas se da cuenta que sufren el mismo problema que las aristas del cubo (y si no, ¿como podría la escalera apoyarse en el interior para acceder a la fachada?)





"Waterfall" (1961): es uno de sus dibujos más conocido, si no el que más. Según Escher es una múltiple aplicación del triángulo imposible de Penrose. Efectivamente si uno observa la parte superior de la cascada, los dos primeros tramos del recorrido del agua en zig-zag forman con las columnas que separan los dos "niveles" un triángulo imposible. Más claro: el agua sufre una considerable caída a causa de la cascada pero, entre el inicio y el final de esta, hace un recorrido que las leyes de la perspectiva nos muestran como claramente horizontal, lo cuál por supuesto es incompatible con la caída antes mencionada.





"Día y noche" (1939). Se convirtió en seguida en una de las obras más populares de Escher. En ella se producen progresivas transformaciones tanto en horizontal (durante la cuál el día se transforma en una noche que además es su espejo) como en vertical, en la que los terrenos de la superficie se transforman en aves que surcan (y llenan) el cielo.





"Mano con esfera reflectante" (1935). Esta obra, de aspecto algo inquietante, en la que el pintor se retrata así mismo, es además un ejemplo de como en una pequeña porción de esfera se refleja gran cantidad del espacio que la rodea. "Esfera con ángeles y diablos" (1942). Forma parte de un proyecto para recubrir la esfera. Los motivos fueron diseñados por Escher por encargo de un amigo si bien la esfera fue tallada por Japón a partir de los bocetos del artista. Las particiones para recubrir la esfera requieren modificaciones respecto a las que teselan el plano.






"Manos dibujando" (1948) Este es uno de los trabajos con el que Escher quería mostrar los engaños del dibujo ya que, en este trabajo, cada mano pinta la otra, estando ambas además en un papel clavado con chinchetas que a su vez forma parte de la superficie plana que contiene el conjunto de la obra.




"Trayectoria vital I" (1958). En este tipo de figura, Escher no sólo realiza un recubrimiento del espacio sino que, mediante la combinación de círculos y espirales, se crea una secuencia de imágenes que se van reproduciendo, cada vez con menor tamaño, hacia el centro de la figura.



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